Mi compromiso es guiarte en este viaje de autoconocimiento y cambio, compartiéndote las herramientas necesarias para que logres una nueva forma de vivir.
Solo tienes que intentarlo.
Directora del Instituto Virtual
Método Aplicación Mental.
Siento que por más que me esfuerzo no me alcanza el dinero y cada vez me es más difícil obtenerlo.
Mis relaciones personales, de amistad, trabajo, familiares, no son buenas y tengo conflictos. Me siento sol@. Mis relaciones de pareja no han sido buenas.
Estoy enferm@ y deseo sanar. Me siento mal, sin fuerza... no me siento motivad@.
Esta frase es tan famosa como cierta. Cuando aprendes cómo es el manejo de la vida y te enteras de que estás en un universo mental que depende de tu pensamiento, comenzarás a experimentar y a vivir en una realidad diferente, en donde todo lo bueno predominará en tu existencia.
En este universo mental, todos somos igual de valiosos y capaces. Entonces, ¿por qué para algunos la vida es una gran oportunidad para crecer y disfrutar; y para otros, la vida sólo es un gran sacrificio y una contínua lucha? La gran diferencia entre unos y otros, es su mente, el enfoque de su pensamiento y su manera de percibir al mundo, ya que nuestro “universo personal” depende de lo que pensamos.
Es muy simple; en otras palabras, tú eres la única persona que genera y seguirá generando tus propios problemas por el simple hecho de no conocer la ciencia de la vida, llevándote a cometer errores que la golpean una y otra vez.
Cuando te sientas merecedor@, exitos@ y abundante; entonces, atraerás hacia ti las oportunidades, situaciones y personas que te ayudarán a manifestarlo; y viceversa, si piensas mal, experimentarás lo malo.
Es por ello, que el poder de acción radica en lo que piensas de ti mism@, de tu vida, de tu negocio, de tu trabajo.
Algunas de estas elecciones pueden darse en tan sólo milésimas de segundos y permanecen en la mente de manera desapercibida para germinar y luego manifestarse, por ejemplo: cuando una persona es testigo de un asalto, se queda con el pensamiento de que en cualquier momento ella podría ser la víctima; produciendo un “contagio de pensamiento” depositado en la mente como una semilla. De aquí en adelante, mientras más piensa en la posibilidad de un asalto, más cerca se encontrará de vivirlo. Somos lo que pensamos, así funciona la vida.
Vivimos en un universo que siempre dice sí a todo lo que elegimos creer; y siendo que la mayoría de las creencias se han aprendido a través del tiempo, ya sea mediante la familia, cultura, religión, escuela o tradiciones, uno se da cuenta que la mayoría de las creencias ni siquiera son nuestras, sino que han sido impuestas a lo largo de nuestra crianza.
Sin embargo, todos aquellos pensamientos equivocados que se encuentran latentes en tu mente, los tengas o no conscientes, se pueden remover para crear nuevas ideas, diseñando un porvenir conveniente, favorable y armonioso.
Normalmente las personas creen que serían más felices si tuvieran una pareja o más dinero y poder. Piensan que algo de afuera debe cambiar para poder estar mejor; sin embargo, el proceso es al revés, al cambiar el pensamiento y cambiando la energía propia, es como mejorará su vida. Por ello, es importante conocer las leyes, hechos, principios y fundamentos que conforman la ciencia de la vida, y es en este punto donde entro yo, Maribel G. Delfín.
La vida me dio con toda su fuerza cuando un día que parecía como cualquier otro, en el que cumplía con mis labores de mamá, presencié un accidente automovilístico. Estaba muy consternada por lo sucedido porque había heridos graves. No dudé ni un instante en brindar mi ayuda, pues los servicios de emergencia no parecían llegar. Yo sin pensar ni conocer las consecuencias de mi acción, decidí tomar la responsabilidad de mover y llevar a una persona lesionada al hospital. Cuál va siendo mi sorpresa, que al llegar unos policías me acusan de ser responsable de haberle ocasionado lesiones a una persona.
Rumbo a la delegación en calidad de detenida y con cargos que no entendía, ya que no tenían sentido para mí, no paraba de repetir a los agentes, de manera insistente, que yo actué porque me habían pedido ayuda y que era incapaz dar la espalda ante una desgracia humana.
¡Dos años pasaron! Fue un proceso legal largo y desgastante, y la pesadilla había terminado por fin. Mi inocencia fue demostrada y salí de ese sitio sin culpa ni récord. Sin lugar a duda, fue una lección muy dura, y si me preguntas si lo volvería hacer, la respuesta es sí, porque la vida de las personas es y será para mí lo más importante siempre.
Imaginarás mi enojo y mi confusión. Estaba claro que al salir por aquella puerta, no regresaría jamás. Sin embargo, ella me tomó de su mano y me invitó a tomar las riendas de mi vida. Fue así como conocí la manera en que trabaja mi mente y en consecuencia mi pensamiento. Descubrí que yo generaba todo en mi vida, lo que yo quisiera, tanto lo bueno como lo malo. ¡Sí, así como lo lees, TODO! Comencé a estudiar este mundo maravilloso del poder del pensamiento y es aquí donde descubro todas las respuestas de lo sucedido con aquel accidente y por supuesto, a todas aquellas preguntas que desde antes rondaban por mi cabeza. Entendí que el amor y el bien son los que rigen mi vida y que nadie tiene el control de ésta más que yo misma.
¿Quieres saber cómo vi reflejado este estudio en mi vida? Te puedo decir que mi relación conmigo misma cambió, y por ende, mi relación con mi esposo, con mis hijas y familia en general, nuestra manera de comunicarnos hoy es diferente. En cuanto al plano económico, mi ingreso comenzó a incrementarse de manera notable y de pronto, yo ya estaba estrenando camioneta, viajando constantemente y comprando cosas que antes ni siquiera podía imaginar; lo más increíble de todo, es que siempre me sobra dinero en mi cuenta. Mi estado de ánimo, mi salud y mis relaciones personales comenzaron a cambiar. ¡A mí siempre me va bien!
Para dar respuesta a la pregunta que me hizo mi maestra Coco, acerca de si yo me había generado aquel suceso que cambió mi vida; la respuesta es sí. Hoy entiendo el para qué y entiendo que todos los procesos que he vivido han sido para mi crecimiento y mi desarrollo.
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